viernes, 4 de febrero de 2011

Parece que hayas olvidado cómo reír



Sueños, imágenes caprichosas que mezclan nuestros recuerdos, alborotan nuestra memoria durante noches y noches, horas y horas, minuto tras minuto... Los sueños están ahí, cada noche, dentro de tu cabeza. Nadie puede verlos excepto tú, porque son tuyos. Sin embargo, no puedes controlarlos. Dependen de sí mismos, aunque se alimentan de ti. Pero son simplemente sueños. En ellos todo es posible: volar, amar lo odiado, vivir lo que nunca has vivido, morir y volver a nacer... Son ellos los que se encargan de utilizar todos tus recuerdos, vividos y por vivir, incluso aquellos que nunca vivirás, para crear las más improbables combinaciones que puedas imaginar.  De los sueños puedes aprender, puedes odiarlos, puedes convertirlos en tus metas, abandonarlos en el olvido... lo único que no debes hacer jamás es depender de ellos, porque los sueños no respetan la razón ni el sentido. Un viejo amigo mío me dijo una vez, que cuando se sueña demasiado, se pierde la percepción de la realidad.

Y no se equivocaba.
Quizás soñar sea lo que necesite yo en estos momentos... "Oculto", y frases añadidas de una servidora. :)